Idealizar a las personas, a las relaciones, es crear una bomba de tiempo donde tarde o temprano la realidad hará explosión. Es ponerse una venda en los ojos y caminar confiado por la carretera dando por hecho que nadie se atreverá a atropellarte. “Ella nunca me engañaría” “siempre estaremos juntos”. El problema de idealizar es que damos los vínculos por sentado: el amor, la amistad, la lealtad. Al creer que siempre estarán ahí, corremos el riesgo de perderlos, olvidamos que las relaciones son como un jardín, y no prosperará solo de buenas intenciones. Ser realista no es perder la magia, es saber que las relaciones no se deben descuidar, requieren de dedicación, de voluntad y sobre todo, de una gran cuota de humildad.
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Estoy de acuerdo en todo lo que dices, pero especialmente en la última frase de tu escrito: “Ser realista no es perder la magia, es saber que las relaciones no se deben descuidar, requieren de dedicación, de voluntad y sobre todo, de una gran cuota de humildad” Un abrazo 🌼😊😘
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Gracias mi estimada amiga. El realismo puede doler al principio, pero no conozco otro camino para aprender y madurar. Otro abrazo para ti!! 😀
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~…excelente mensaje, se necesita de mucha humildad y reconocimiento para enfrentar los desafios del día a día, tener los pies bien anclados a la tierra, para la convivencia.~
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Si, tener los pies en la tierra es el desafío más grande. Un abrazo aileen!
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