Nuestra atención aterriza en aquello que distingue del resto -independiente de su forma- puede ser una persona caminando con colores estrambóticos, un descuento del 70% en el producto de tus sueños o un artista faltándole el respeto a las vacas sagradas. Logran distinguirse de la masa porque no hacen lo mismo, ofrecen una nueva perspectiva de las cosas, y queramos o no, hay cierto placer asociado a ello, ya sea positivo o negativo (“que bueno que no soy yo”, “que ganas de ser así”).
En un mundo donde la mayoría se encuentra en la media gaussiana, los extremos son el insumo de los medios de comunicación, si no llaman la atención no sobreviven, por eso, aquellos que se aventuran a percibir la realidad a partir de lo que “no se ve” o contar la misma historia desde un ángulo totalmente diferente, nos brindan la oportunidad de ver más allá, de expandir nuestra imaginación y con ello, el regalo de cuestionar las historias que solemos llamar verdad.
Hoy te has lucido!!
Aunque no todos quisiéramos ser de esos que hacen lo que sea para lograr distinguirse de la masa.
Yo al menos no y más si es diciendo cosas como las que se ven últimamente en la tv.
Como te decía…
Me ha gustado mucho esta entrada, me ha hecho pensar y eso me gusta.
Un abrazo. 🙋🏼♀️
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Hoy en día, hasta tratar de destacar se ha vuelto algo cotidiano, la autenticidad es lo raro. Un abrazo Yvonne, como siempre un placer tenerte por aca.
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